21.1.11

de "Abran Fuego"



Fué entonces cuando la idea de matarla se fijó en su mente como único remedio para ver zanjada la terrible afrenta de ser cornudo. De ahí que acudiera al padre Ultiminio para recibir consuelo y exorcizar al demonio de la venganza.

-Si nunca formalizaron una relacion y todo fué por teléfono, Olegario ¿Que alegas, eh? Aguien más se te adelantó por que Leonor no se iba a pasar toda su vida esperadote - repuso con impaciencia el clérigo.
-Pero si lo está haciendo con todo el pueblo...
-Ése es asunto entre ella y Dios, no tuyo.
-Es una puta redomada.
-Y tú un pendejo, hijo mío. Puedes ir en paz, la confesión ha terminado. Yo te absolvo...

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