20.8.13

before the sundays



Mido el paso del tiempo, con el trabajo que me cuesta recordar tu sonrisa, con las cajetillas vacías de cigarros y con la barba de mi rostro, que ya no frecuenta al reflejo constante de un espejo. Qué triste olvidarme a destiempo de ti. Debimos sincronizar las memorias y evitar estos trámites tediosos que ocupan todos aquellos que prefieren desmemoriar.

Digo que no debería importarme; pero importa, importa mucho. Importa lo mismo que una omisión de cigarros, cuando hay una taza de café en frente mío; importa que importe yo y no importe lo que pueda pasarme sin ti.


Duermo sábado y amanece lunes rompiendo cuellos. Salgo a la calle y mis pasos se descomponen. Tengo sed y mi mano siempre encuentra una botella de licor. Quiero volar y miro a la ventana de un décimo piso. Opto por mentarle la madre a la vida y termino tirado en las banquetas con una botella de aguardiente. Necesito descansar y prefiero los sábados para dormir.

Dejo las cosas en su lugar y las frecuento cada que puedo, tus colillas con labial, tu blusa-funda de almohada, tu pasta dental, y los malos hábitos que siempre detestaste. Es buen momento para olvidarte y declaro este, como primer paso, el idóneo para dejar de escuchar tu disco favorito de Serrat y poner uno de La tropa vallenata, Los bukis, o los Cadetes de Linares.


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