Cuando llegaba a casa sobrio, siempre me encontraba con este hueco terrible, ese vacío dentro de mí, pensaba que era el efecto depresivo de cada copa que ha pasado por mis manos. Hoy sé que carezco de algo, hay un 'no se que' que no está, que tenia, y me hace falta.
Hoy que llegué suficientemente ebrio, recordé el por que de ese vacío: estoy triste y llevo bastante tiempo así...
No hay comentarios:
Publicar un comentario