20.10.13
lessons
Un niño llega a su casa, del catecismo, mientras su madre termina de preparar la comida. Ella lo ve amorosamente y le pregunta cómo le ha ido. El niño, contesta feliz que ha aprendido mucho y que nunca pensó que la biblia fuese tan divertida. Ella, orgullosa le pregunta qué aprendió, sin dejar de sonreír tiernamente. El niño sabe que algo ha hecho bien pero no sabe qué, entonces le responde muy contento que aprendió a arrojarle piedras a las rameras y a crucificar a cualquier salvaje que se atreva a defenderlas.
Esa tarde, como muchas otras, un niño recibió una tunda sin saber por qué y se quedó sin probar bocado hasta el día siguiente.
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