1.3.14
Cuando ríes...
Cuando te ríes mucho, querida compañera, nada puedes hacer para evitar contagiar tu alegría, de que alguien se enamore de ti, de transmitir confianza, de propagar tu buena fe, de curarle la tristeza a alguien, de darle un beso en la boca a la vida, de quitarte las preocupaciones, de vestir tu boca con elegante sonoridad; no hay manera de decirte que no y de no reírme contigo. En fin, le das sentido poético al escenario más irrelevante del mundo.
Cuando usted se ríe mucho, querida compañera, corre el riesgo de ser mi musa o la de cualquier otro cínico y corre aún más riesgo de tirarse un gracioso pedito.
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