Las improductivas aventuras de Fabian [#2]

Hace cuatro noches Fabian estaba leyendo a Borges, con un diccionario a la mano. De pronto, mientras buscaba la palabra Abacial, este se quedó perplejo. Ante sus ojos, como un rayo descuartizando el cielo nocturno, como un petardo detonando sobre su rostro, elevando su sorpresa a niveles meteóricos. Encontró lo que había buscado durante tantos años, lo que siempre procuró con tantas personas, lo que muchos siguen buscando sin éxito. Ahí, tierna y dulcemente, se encontraba el Amor, en la página dieciocho de un diccionario Larousse. Entonces Fabian sonrió un momento y sin decir nada, se fue a tirar piedritas al riachuelo mientras lloraba de felicidad, acurrucado de forma extraña.