— Ya vi tus negras intenciones, pero yo soy mucha mujer y me doy a respetar...
— Te estoy saludando por amabilidad
— Eso dicen todos, pero luego resulta que les da uno confianza y se quieren pasar de la raya...
— ¿De qué chingados hablas?
— De tus negras intenciones conmigo, si ya me di cuenta de que solo te la pasas viéndome la boca. Obvio no tienes oportunidad y menos con esa actitud corriente.
— Veo tu boca porque tienes un pedazo de tomate en los dientes y mis intenciones no son tan negras si las comparamos con tus codos. No mames.
No hay comentarios:
Publicar un comentario