23.1.23

 — ¿Bueno?

— Esta es la última llamada. La última, muy cortita y de mierda, lo prometo. Solo quiero que sepas que ya lo entendí: no te extraño y naturalmente has dejado de importarme en muchas cosas durante este tiempo, es solo que aún tengo la costumbre de quererte comentar las cosas buenas que me pasan.
— ¿Como qué?
— Por ejemplo: desde que te fuiste a chingar a tu madre de mi vida, todo va muy bien. No fue lo mejor al principio, pero creo que mereces saber que sin ti me siento una chingonería y me está yendo como jamás creí.
— Pero bueno y tú ¿Quién te crees para hablarme de esa manera?
— Lo siento, bebí un poco, pero eso es todo lo que tengo por decir. Ojalá lo entiendas, Claudia.
— Caballero, me parece que está usted equivocado. Está hablando a Domino's Pizza, sucursal Oriente, le atiende Manuel.
— Sí, perdón, estaba practicando. Es que no me da el valor aún. ¿Me puede mandar una Extravaganza familiar, con masa crunchy, por favor? Pago con tarjeta...
— Claro que sí, con mucho gusto
— Gracias
— Estamos para servirle ¿Desea algo más?
— Terminar esta botella y volver contigo, para compartirlo todo, maldita...

No hay comentarios: